La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por niveles elevados de azúcar en sangre y afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque los efectos de la diabetes en órganos como los ojos y los riñones son bien conocidos, existe una consecuencia menos conocida pero potencialmente grave llamada heridas diabéticas.

Una prevalencia que no podemos ignorar:

Según las cifras de la Federación Internacional de Diabetes, las úlceras en los pies afectan a entre 9,1 y 26,1 millones de diabéticos cada año en todo el mundo. Los estudios sugieren que aproximadamente entre el 15 y el 25 % de las personas con diabetes desarrollarán una úlcera en los pies en algún momento de sus vidas. Este riesgo aumenta con la duración y la gravedad de la enfermedad. Los hallazgos recientes indican un aumento significativo en el número de amputaciones en ciertas áreas. Este aumento es especialmente notable entre los individuos jóvenes y los grupos de minorías raciales y étnicas.

Los efectos nocivos adoptan muchas formas:

Un artículo publicado en el Revista de Medicina de Nueva Inglaterra Se informó que los pacientes con úlceras del pie diabético tienen un riesgo 2,5 veces mayor de muerte a los cinco años en comparación con aquellos que no tienen úlcera. Además, más del 50% de las úlceras diabéticas se infectan y el 20% de las infecciones leves o graves del pie diabético requieren amputación. De manera similar, la calidad de vida de las personas con úlceras del pie diabético se ve comprometida. No solo los pacientes, sino también los cuidadores sufren traumas psicológicos, emocionales y financieros.

También se estima que el costo anual promedio del cuidado del pie diabético es de $8659 por paciente. El costo médico total del tratamiento de las enfermedades del pie diabético en Estados Unidos es de $9 a $13 mil millones, lo que representa un costo adicional relacionado con la diabetes.

Desenmascarando los factores de riesgo:

Varios factores contribuyen al desarrollo de heridas diabéticas, entre ellos:

  • Control deficiente del azúcar en sangre: los niveles crónicamente altos de azúcar en sangre perjudican la curación y debilitan el sistema inmunológico, lo que aumenta la probabilidad de infecciones.
  • Daño a los nervios (neuropatía): esto puede provocar una pérdida de sensibilidad, lo que dificulta notar lesiones como cortes o ampollas, lo que permite que empeoren sin que se noten.
  • Mala circulación: la diabetes puede estrechar los vasos sanguíneos, restringiendo el flujo sanguíneo, lo que retrasa la curación y dificulta el suministro de oxígeno y nutrientes al sitio de la herida.
  • Fumar: perjudica aún más la circulación y perjudica la cicatrización de heridas.
Gestión de la amenaza

Las úlceras del pie a menudo se pueden curar con una terapia adecuada, que incluye desbridamiento quirúrgico, alivio de la presión, control de infecciones y reconstrucción vascular, lo que evita la necesidad de amputación. Las investigaciones médicas muestran que el 77 % de las úlceras del pie diabético se curan en un año. Sin embargo, esto implica tomar cuidados adicionales que incluyen

  • Control meticuloso del azúcar en sangre: mantener niveles óptimos de azúcar en sangre es crucial para prevenir complicaciones.
  • Revisiones periódicas: La detección temprana y el tratamiento de los problemas de los pies por parte de un profesional de la salud son vitales.
  • Estilo de vida saludable: dejar de fumar, mantener un peso saludable y realizar actividad física regular pueden mejorar la circulación y la salud general.
  • Cuidado de los pies: es fundamental realizar inspecciones diarias para detectar lesiones, hidratar adecuadamente los pies y usar calzado cómodo. Incluso los cortes o raspones menores pueden convertirse en problemas graves si no se tratan adecuadamente. Ahí es donde entra en juego el gel para heridas diabéticas Lavior.

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Fuentes:

Atlas, D. (2015). Federación Internacional de Diabetes. IDF Diabetes Atlas, 7.ª ed. Bruselas, Bélgica: Federación Internacional de Diabetes, 33(2).

Armstrong, DG, Boulton, AJ y Bus, SA (2017). Úlceras del pie diabético y su recurrencia. New England Journal of Medicine, 376(24), 2367-2375.

Zhang, P., Lu, J., Jing, Y., Tang, S., Zhu, D. y Bi, Y. (2017). Epidemiología global de la ulceración del pie diabético: una revisión sistemática y un metanálisis. Anales de medicina, 49(2), 106-116.

Mutluoglu, M., Uzun, G., Turhan, V., Gorenek, L., Ay, H. y Lipsky, BA (2012). ¿Qué fiabilidad tienen los cultivos de muestras de hisopos superficiales en comparación con los de tejido profundo en pacientes con úlceras del pie diabético?. Journal of diabetes and its complications, 26(3), 225-229.

Prompers, L., Schaper, N., Apelqvist, J., Edmonds, M., Jude, E., Mauricio, D., … y Huijberts, M. (2008). Predicción de resultados en individuos con úlceras del pie diabético: enfoque en las diferencias entre individuos con y sin enfermedad arterial periférica. El estudio EURODIALE. Diabetologia, 51, 747-755.